jueves, 2 de septiembre de 2021

SOLICITAMOS QUE VUELVA LA REDUCCIÓN DE JORNADA DOCENTE SEMANAL POR INTERÉS PARTICULAR

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía eliminó en junio la posibilidad del profesorado para solicitar la reducción de jornada por interés particular. Esto perjudica tanto a los docentes que la piden como a quienes acceden al trabajo para sustituirlos. No tiene sentido que se elimine una medida que no perjudica a nadie, al contrario, que supone un reparto del trabajo con beneficios para todas las partes. Así pues, solicitamos que se recupere la reducción de jornada docente por interés particular.

Lanzaremos la propuesta en Change.org para recoger firmas de apoyo.



lunes, 15 de junio de 2020


DIÁLOGO SOBRE LA VUELTA A CLASE EN SEPTIEMBRE Y LA RATIO.  Javier Cobos.
1. Lo primero, hay que garantizar la seguridad sanitaria.
2. En un curso con unas condiciones excepcionales, hay que invertir excepcionalmente: tiene que aumentar la plantilla del profesorado y otros gastos como limpieza, mantenimiento, reformas, etc.
3. La referencia debe ser la enseñanza presencial, pero volver a “la vieja normalidad” es incompatible con la seguridad sanitaria.
4. Hay que tener en cuenta las realidades diferentes de infantil, primaria y secundaria para buscar soluciones acertadas.
5. Los espacios que reúnen las condiciones dignas para dar clase no se van a improvisar en un par de meses. La mayoría de los centros educativos ya están al límite de ocupación, usando para dar clases lugares diseñados para otras actividades. Aparte de las pocas adaptaciones que se puedan hacer, hay que pensar otras alternativas.
6. Partiendo de las condiciones de seguridad, de los espacios que hay y del aumento de presupuesto y de plantilla, hay que sentarse a analizar las distintas opciones de organización que tenemos. Todas tienen ventajas e inconvenientes; si se consigue dialogar sin dogmatismos, probablemente nos acerquemos a una buena solución, o a la menos mala. En ese diálogo es imprescindible tener en cuenta al profesorado, al alumnado y a las familias.
  Vamos a entrar en materia. Ya hemos planteado que la enseñanza presencial es la referencia que todos los sectores preferimos. Pero volver a “la vieja normalidad” con clases atestadas de alumnos es un riesgo evidente de que aumenten los rebrotes, se cierren muchos centros y acabemos otra vez todos o casi todos con la enseñanza a distancia todo el tiempo, opción que todos coincidiremos en señalar como no deseable.
  Así pues, mantener una ratio que garantice la seguridad sanitaria implica que hay que repensar las otras variables: una vez que se garantice el aumento de plantillas, asumamos la dificultad de que se doblen tal cual. Incluso aunque se hiciera, el problema de espacios es insalvable: no podemos estar todos en los mismos sitios y a las mismas horas. Necesariamente hay que pensar en optimizar las aulas con turnos diferentes.
  Otra cuestión fundamental: en cualquiera de las tres opciones siguientes, el profesor no debería duplicar el trabajo en presencial y a distancia, sino que haría la revisión de los ejercicios a través de internet y avanzaría contenidos en la clase presencial. Es imposible mantener a la vez el ritmo de trabajo online que se ha tenido en estos meses y el de las clases presenciales, sería duplicar la jornada.
Opción 1: Dar clases presenciales todos los días en turnos, unos de mañana y otros de tarde (preferentemente en bachillerato, quizá en secundaria) Recordemos que el número de alumnos por clase tiene que ser sustancialmente menor al de este curso. Si no se dobla el presupuesto, aunque se aumente, habría que impartir menos horas diarias de clase y el alumnado haría parte del trabajo en casa, pero se mantendría el contacto diario con el instituto. Si se dan 4 horas en cada turno, sería pasar de 6 horas al día a 8 en el total de los dos turnos, lo que implica aumentar un 33% la plantilla en las etapas en las que se aplique. El número de horas presenciales de cada materia se reduciría proporcionalmente.
Opción 2: Dar clases todos los días en dos turnos más cortos dentro de la mañana (preferentemente, quizá en infantil y primaria) y que el alumnado hiciera una parte del trabajo en casa. Como en las otras opciones, habría que escalonar las entradas y salidas, los recreos, incorporar la limpieza en los huecos, etc. pero básicamente, podría ser un primer turno de 3 horas con entradas escalonadas entre las 8 y las 8:30 y otro entre las 11:30 a las 12.00 que acabaría entre 14:30 y 15:00, también escalonado. El número de horas presenciales de cada materia se reduciría proporcionalmente. Con esta opción también habría relación diaria con el colegio. Si se dan 3 horas en cada turno, sería pasar de 5 horas al día a 6 al en el total de los dos turnos, lo que implica aumentar un 20% la plantilla en las etapas en las que se aplique.
Opción 3: Dar clases en días alternos (preferentemente en bachillerato, quizá en secundaria) La propuesta de la Comunidad Valenciana va en esta línea: “El aula se dividirá en dos grupos. Uno de ellos acudirá una semana a clase los lunes, miércoles y viernes y el otro, los martes y jueves. A la semana siguiente se invertirán de forma que reciban la misma carga lectiva. El resto de días harán en casa las tareas que les imponga el profesor.” Esta opción es la que menos repercutiría en las plantillas y en el presupuesto, pero, como las otras, implicaría la reducción del horario semanal del alumnado en cada materia, que sería mayor en este caso, al suponer la mitad del tiempo.
  Cada opción tiene sus pros y sus contras. Es el momento de hablar para llegar a acuerdos, lo antes posible, es necesario planificar ya el comienzo de curso.

domingo, 7 de septiembre de 2014

DAR CLASE DE LUNES A VIERNES, NO DEBE SER OBLIGATORIO CON REDUCCIÓN.

SOBRE LA REDUCCIÓN DE JORNADA POR CUIDADO DE FAMILIAR O POR INTERÉS PARTICULAR:
DAR CLASE DE LUNES A VIERNES, NO DEBE SER OBLIGATORIO SI TIENES REDUCCIÓN. 
El argumento es evidente: cuando un médico reduce su jornada semanal, asiste tres días a la consulta. En el caso de un/a profesor/a, tampoco debe haber una obligación de ir todos los días: cuando la normativa general habla de ir de lunes a viernes, dice "con carácter ordinario", pero está claro que no es este el caso, PORQUE SU SUELDO TAMBIÉN SE VE REDUCIDO.
Lo que es una medida para que no haya favoritismos a la hora de hacer los horarios en un centro, no puede convertirse en la excusa para no aplicar la proporcionalidad de la reducción económica. La limitación solo puede venir de cuestiones pedagógicas: si una asignatura en un grupo de alumnado tiene cuatro días de docencia a la semana, deberá estar presente el profesor esos cuatro días; pero nada impide que, al menos, haya un día que no vaya al centro, insistimos, porque cobra un sueldo reducido.
Sería muy útil que la Administración le diera difusión a estos planteamientos, porque ayudaría a que más docentes se sumaran a la medida, con la consiguiente creación de puestos de trabajo de profesorado para cubrir esas horas.

NORMATIVA SOBRE REDUCCIÓN DE JORNADA DOCENTE EN ANDALUCÍA

LICENCIAS, PERMISOS Y REDUCCIONES DE JORNADA
 

REDUCCIÓN DE JORNADA = REPARTO DEL TRABAJO

Sin renunciar a la recuperación de la jornada docente anterior a los recortes, este blog pretende ser un punto de encuentro para el profesorado que ejerce o quiere ejercer el derecho a la jornada reducida, ya sea por cuidado de familiar o por interés particular. Ambos casos están reconocidos en Andalucía, pero no en otras comunidades.
Además del intercambio de información, nuestro objetivo es claramente reivindicativo: facilitar la reducción de quienes lo desean no solo supone una mejora de las condiciones laborales, sino que repercute en una mayor contratación de profesorado a la espera de trabajo; la difusión y la  adecuación de su aplicación es, por tanto, una cuestión a reivindicar como de interés general en el campo de la enseñanza.